miércoles, 21 de mayo de 2014

Asentir que nuestras palabras crean nuestra realidad

Publicado por Unknown à 22:34
Asentir que nuestras palabras crean nuestra realidad


Illustration: Kanako

Amiga mía,

Sientáte, escucha. Te cuento. 

Después de mi divorcio, tuve una etapa de mi vida en la que quería disfrutar de la vida a tope. Ya recuerdas.

Tuve varias aventuras y unas historias de amor. Me sentía bella, atractiva, poderosa, exitosa. Wooooooow la chica del anuncio de L'Oréal! Con el movimiento del pelo y todo :-)

Pero me gustaba el papel de la víctima que ay pobrecita, los hombres se interesaban solo en su fisíco.

Así que pedí... probablement a la Virgen de Covadonga en Asturias, nuestra Santina querida, que me conceda un deseo .... "que me amen por lo que soy dentro de mi, por mi ser" ... pues te lo digo yo, la Santina, me quiere mucho y siempre me lo concede todo... :-)) ... pero bueno a veces no exactamente como yo quiero :-)


Pues me hizo engordar, la lista, y con ese peso más, pues me sentí menos atractiva. 

Pensé: "O sea, el super plan de la Santina, era que ahora los hombres que se acercarían, sería porque estarían "en amor" (in love) por la belleza de mi ser interior y no porque estaba bien arreglada ese día".

Pues Amiga mía, eso no funcionó de esa manera. No, no, no. Porque yo rechacé el regalo que yo misma había pedido. Probablemente, por soberbia primero.

En vez de entender lo que pasaba, me enfadé. 

Yo no me amé a mi misma. Primero, por haber cambiado fisícamente y luego por culpa, por haberme permitido disfrutar de la Vida. Doble condena. También culpabilicé por no controlar la situación y menos mi cuerpo. Doble condena perpetua ya a ese nivel. Y eso que mi ser interior había evolucionado a lo largo del tiempo.

Después con el tiempo, entendí varias cosas. 

También  como me llamo Sophia, pues al final intento tener más Sabiduría poco a poco... pero cuesta, Amiga, cuesta... :-))

El poder de las palabras

Te hablaré más de ese tema del poder de las palabras, pero otro día. Pero para este ejemplo, solamente subrayarte, que esa petición que hice con toda mi alma en un cierto momento de mi vida, fue escuchada y contestada.

Eso ya es una bendición. Y ahora me siento agradecida por la experiencia.

Tenemos realmente en nuestra palabra, el poder de crear nuestra realidad. 

Nosotros tenemos solamente que responsabilizarnos de lo que pedimos y de la forma de pedirlo.

El poder de las palabras que usamos, los deseos que pedimos, tienen una energía propia, muy grande, muy extensa. 

Da igual que hagas esa petición frente al mar, en tu cama, que le pongas una vela a la Santina, que solicites el Universo... quien sea el interlocutor que tengas, piensa que tu petición llegará a su destino.

Amiga mía, podría ir de nuevo a Covadonga y decirle: "Mira, Virgencita, por favor, quitáme esos kilos y ya no te pido nada". Podría traer 100 velas del Bazar Chino para darle más peso  (?) a mi oración.

Pero entonces, yo tampoco habré entendido el mensaje del Universo... "Ámate a ti misma... INCONDICIONALMENTE"

Así que, amiga mía, te invité a tomar ese café, para agradecerte tu apoyo y para festejar la lección enviada por la Vida.

Cuando se entiendie la lección, la prueba física desaparece poco a poco, porque ya no tiene motivos para existir

Ámate, cuídate, ámate incondicionalmente 

Con todo mi cariño, mi respeto y mi amor

Gracias por estar


Dedicado a la Dra María Gabriela Santini





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