Estamos empezando el año nuevo y esta mañana estaba reflexionando.
¿Porqué mis estudios de Máster de Sexología me cuestan tantos esfuerzos?
¿Qué pasa en mí? ¿Porqué algo en mi se enfrenta a eso?
Como hace mucho tiempo que no he escrito en este blog. Les voy a contar lo que pasó desde la última vez.
Desde 2011, sigo formándome e investigando sobre la sexualidad.
Estudié la Sexología Taoísta y el Tantra. Los experimenté y me cambiaron la vida, me cambiaron profundamente. Gracias al Taoísmo y al Tantra pude sanar mi propia sexualidad y entrar en contacto con mi esencia.
Luego, en 2014, me parece, he pronfundizado con la Sexualidad Holística. Y me sentí centrada, acogida, me sentí florecer, me sentí en casa. Estaba en mi lugar. Estaba en lo mío.
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| Source: Internet |
Seguí muchas otras formaciones, me formé a distintas terapias holísticas como el reiki o las constelaciones familiares, a técnicas como por ejemplo la hipnosis ericksoniana, la PNL.
Quise ser más eficiente a la hora de acompañar a mis clientes y decidí formarme al Coaching.
Al final quise estudiar de manera más formal, más académica la Sexología y empecé el Máster de Sexología. Añadí a eso una formación de Sexología Forense, cursos de tratamiento de la Depresión y del Estrés Postraumático.
Hay algunas formaciones que estoy todavía estudiando.
Estudiar, investigar, apropriarse de los conocimientos es un proceso, un camino.
Al mismo tiempo que nos formamos como sanadores, como facilitadores, como terapeutas, aprendemos más profundamente y nos sanamos nosotros mismos .
Luego, como un regalo, la Vida nos trae inspiración y ganas de compartir y de transmitir esos conocimientos.
Por eso hay formaciones que acabamos en su tiempo y otras que nos cuestan más. Porque el trabajo que tenemos que hacer en nosotros mismos, todavía no está acabado. Todo está en proceso.
Mi máster en Sexología y las Constelaciones Familiares son unas de esas.
La formación para ser constelador mueve muchas cosas dentro y fuera de nosotros. Tuve que dejarla de momento porque me faltan fuerzas para seguir. No conseguía pasar ciertos obstáculos. Pero procuro respetar mi proprio ritmo y en su tiempo volveré a unirme con su energía.
El máster de Sexología también me cuesta por razones distintas. Para mí, falta una dimensión esencial, le falta una conexión más cálida y más antigua, "originelle" como decimos en francés. Valoro mucho los trabajos increíbles y la dedicación impresionante de los primeros sexólogos. Me parece absolutamente valiente y atrevido sobre todo en esas épocas.
Puedo entender los conceptos pero por haber vivido una sanación de mi sexualidad por las vías tántrica y taoísta, me falta algo en la formación universitaria clásica.
Seguiré estudiando el Máster de Sexología, para saber y entender en que punto estamos ahora, para saber cuales son las respuestas y los tratamientos que proponemos como sexólogos, a nuestros pacientes.
Tuve muchas dudas durante estos últimos años. No conseguía afirmar mi propia posición. Pero sabía lo que deseaba transmitir y que enfoque deseaba darle a mi trabajo.
Los conocimientos que a mí me sanaron, los que yo experimenté cuando estaba muy mal, son los que yo incluiré en mi consulta, en mis talleres y en mi trabajo de investigación.
Porque esos conocimientos milenarios, no solamente sanaron mi sexualidad sino también mi alma.
Les deseo a todos unas muy felices fiestas y un año 2017 lleno de felicidad, de autoconocimiento, de sabiduría, de espiritualidad y de mucha salud para disfrutar de la belleza de la Vida.
Con cariño, respeto y amor
Sophia
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